Trastornos de la adolescencia
"Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Sequoia, México - Actualizado el 16 de noviembre del 2023. (Tiempo de lectura: 15 minutos)."
La adolescencia es una etapa de la vida en que los jóvenes pueden ser más susceptibles al desarrollo de trastornos de salud mental. Este periodo se caracteriza por cambios físicos, emocionales, sociales y cognitivos significativos, lo que puede contribuir a la vulnerabilidad de algunas personas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los trastornos de salud mental están entre los principales problemas de salud en los adolescentes, por lo que es importante mantenerse informados sobre ellos.
Trastornos emocionales
Un trastorno emocional se refiere a una condición en la que una persona experimenta desregulación significativa en sus emociones y estados de ánimo. Estos trastornos afectan la capacidad de una persona para funcionar de manera efectiva en la vida cotidiana, en las relaciones interpersonales y en el manejo del estrés.
- Depresión: se trata de una condición de salud mental que implica sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y pérdida generalizada de interés en actividades que se solían disfrutar. Este trastorno afecta significativamente el funcionamiento diario, las relaciones interpersonales y el rendimiento académico de los adolescentes. Entre los síntomas más comunes se encuentran: sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, pesimismo, irritabilidad y frustración; pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, cambio en los patrones de sueño, cambios en el apetito, fatiga y perdida de energía; dificultad para concentrarse, ideación suicida, aislamiento social y dificultad para relacionarse socialmente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es uno de los trastornos más frecuentes con un aproximado de 4.6% de los jóvenes entre 15 y 19 años con este problema, siendo uno de los más comunes junto a los trastornos de ansiedad.
- Ansiedad: el trastorno de ansiedad es una condición caracterizada por una preocupación y miedo excesivo y persistente que interfiere significativamente con la vida diaria. Puede manifestarse de diferentes maneras y afectar distintos aspectos en la vida de una persona. Entre los síntomas encontramos preocupación excesiva y nerviosismo inquieto sobre eventos futuros, incluso cuando no existe una amenaza real; cambios en el comportamiento, como la evitación de situaciones, lugares o personas o la adquisición de rituales o acciones repetitivas que ayudan a hacer frente a los factores estresantes. Así mismo, los ataques de pánico, la tensión muscular, la sudoración excesiva, el aumento del ritmo cardíaco y los problemas gastrointestinales son síntomas frecuentes, al igual que la dificultad para concentrarse y la distracción continua. La ansiedad puede ser una respuesta natural al estrés, pero cuando se vuelve abrumadora y afecta negativamente la calidad de vida de una persona, puede considerarse un trastorno de ansiedad. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicamentos ansiolíticos y cambios en el estilo de vida para reducir el estrés
Trastornos de conducta
Los trastornos de conducta son afecciones psiquiátricas en las que los individuos muestran patrones persistentes de comportamientos antisociales y desafiantes. Con frecuencia, estos trastornos comienzan a manifestarse en la adolescencia y pueden tener un impacto significativo en la vida del individuo y su entorno. Estos son algunos de los ejemplos más comunes:
- Trastorno negativista desafiante: como su nombre lo indica, se trata de un trastorno caracterizado por un patrón continuo de comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia las figuras de autoridad, como padres, maestros, policías y otras figuras adultas. Entre las características que lo distinguen encontramos: una resistencia activa a las reglas y solicitudes hechas por adultos, negativa a cumplirlas sin razón aparente, discusiones con dichas figuras, molestias deliberadas hacia otras personas. Esta afección puede afectar negativamente el rendimiento académico, las relaciones familiares y sociales y el funcionamiento general del adolescente en entornos cotidianos.
- TDAH: El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico del desarrollo que afecta la capacidad de una persona para prestar atención, regular su nivel de actividad y controlar sus impulsos. Las personas con TDAH presentan patrones de inatención, hiperactividad e impulsividad que pueden afectar con su funcionamiento cotidiano y su calidad de vida. Entre los síntomas presentes están la falta de atención a los detalles, el cometimiento de errores por descuido, la falta de organización, una constante necesidad de moverse, actuar sin pensar en las consecuencias, dificultad para esperar en filar o turnos. Todo esto puedo tener un impacto negativo en el rendimiento escolar, para mantener un trabajo o para establecer relaciones sociales sanas.
- Trastorno disocial: también conocido como Trastorno Opositivo Desafiante, es un trastorno del comportamiento que generalmente se manifiesta en la infancia y la adolescencia y se caracteriza por un patrón persistente de comportamientos desafiantes, hostiles y desobedientes hacia figuras de autoridad. Este trastorno puede tener un impacto significativo en el funcionamiento social, académico y familiar. La diferencia con el Trastorno negativista desafiante radica en que en el TOD hay conductas mucho más violentas, como la violación a los derechos ajenos, la agresión hacia personas o animales, la destrucción de propiedad y la participación en actividades delictivas.
Trastornos de alimentación
Los trastornos de alimentación son condiciones de salud mental que afectan la relación de una persona con la comida y su cuerpo. Estos trastornos puedes tener consecuencias graves para la salud física y emocional y a menudo requieren intervención profesional.
- Bulimia nerviosa: la bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos seguidos de comportamientos compensatorios para evitar el aumento de peso, como puede ser el vómito autoinducido, el uso descontrolado de laxantes, ejercicio excesivo o ayunos prolongados. Las personas con bulimia, a diferencia de las personas con anorexia, suelen mantener un peso corporal dentro del rango normal o cercano a él, pero de igual manera sienten una preocupación intensa por el peso, la imagen corporal y el consumo de calorías. La bulimia puede tener consecuencias significativas para la salud, por ejemplo, desequilibrios electrolíticos, problemas gastrointestinales, problemas dentales, además de depresión, ansiedad, baja autoestima y sentimientos persistentes de culpa.
- Anorexia nerviosa: la anorexia se caracteriza por mantener una ingesta extremadamente restringida de alimentos, un miedo intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del propio cuerpo. Las personas con anorexia a menudo tienen una preocupación obsesiva por la comida, el peso y la figura corporal, lo que las puede conducir a comportamientos alimentarios que conducen a consecuencias de salud graves, como lo es la pérdida de masa muscular, desnutrición, problemas cardiacos, digestivos, perdida del ciclo menstrual y problemas óseos, teniendo así uno de los riesgos de mortalidad más altos entre los trastornos psiquiátricos.
Trastornos de abuso de sustancias y comportamiento riesgoso
El trastorno por abuso de sustancias y comportamientos riesgosos están relacionados con el consumo de sustancias adictivas y la participación en actividades que tienen el potencial de causar daño significativo a la salud física y mental de una persona. Estos trastornos pueden tener consecuencias graves en la vida cotidiana, las relaciones y la salud a largo plazo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 155 millones de adolescentes alrededor del mundo consumen algún tipo de bebidas alcohólicas, mientras que alrededor del 4.7% de esa cifra ha consumido, al menos una vez en su vida, alguna droga psicoactiva, siendo la más común la marihuana.
En cuanto al tabaco, la mayoría de los adultos consumidores comenzaron a forjar el hábito durante la adolescencia. Según el mismo organismo, 1 de cada 10 adolescentes entre los 13 y 15 años consume tabaco activamente. Es importante señalar que el cerebro alcanza su maduración hasta los 25 años y que el tabaco es una sustancia altamente adictiva que puede generar daños neurológicos de consideración.
El consumo desmedido de alcohol, drogas y tabaco puede causar alteraciones neurocognitivas y conducir a otros problemas de salud, conductuales, emocionales, sociales y académicos, incluso en otras etapas de la vida. Además, el consumo de sustancias puede llevar a los jóvenes a tener conductas de riesgo que involucran accidentes de tráfico, comportamiento sexual riesgoso, accidentes como ahogamientos y actividad delictiva.
Prevención
La prevención de trastornos durante la adolescencia es crucial para promover la salud mental y emocional de los jóvenes. Aquí te dejamos algunas estrategias específicas para prevenir los diferentes tipos de trastornos que hemos revisado anteriormente.
- Prevención de Trastornos del Estado de Ánimo: Fomentar la comunicación en un entorno seguro donde los adolescentes se sientan cómodos expresando sus sentimientos y preocupaciones; promover la resiliencia enseñando habilidades de afrontamiento y resolución de problemas, así como educar sobre temas de salud mental, sin prejuicios, promoviendo la visita con profesionales y alimentando la compresión de estos temas, son excelentes ideas para prevenir la aparición de algún trastorno emocional.
- Prevención de los Trastornos de la Alimentación: Algunas estrategias específicas para prevenir la aparición de los TCA, incluyen promover la aceptación positiva del cuerpo, hablar de la diversidad de tallas y formas corporales, proporcionar información sobre una alimentación equilibrada y saludable, evitando las dietas extremas. Así mismo, educar sobre la presión de los medios de comunicación y abordar críticamente la representación poco realista del cuerpo.
- Prevención de Trastornos por Abuso de Sustancias: educar sobre el consumo y las consecuencias del uso de drogas y alcohol resulta fundamental para prevenir cualquier tipo de adicción. Así mismo, conversar con los adolescentes y enseñarles habilidades de resistencia ante la presión social, promover la toma de decisiones sanas, así como un estilo de vida saludable.
Conclusión y recomendaciones del autor
Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, son prominentes y pueden impactar significativamente la calidad de vida. La detección temprana y el acceso a recursos de salud mental son esenciales para abordar estos desafíos emocionales. Asimismo, los trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia, requieren una atención especializada para contrarrestar sus efectos físicos y emocionales.
El comportamiento desafiante y los trastornos de conducta, como el Trastorno Negativista Desafiante y el Trastorno Disocial, presentan desafíos distintos que afectan las relaciones familiares y sociales. La intervención temprana, que incluye terapia y apoyo familiar, puede ser crucial para prevenir complicaciones a largo plazo.
Los trastornos por abuso de sustancias y comportamientos riesgosos representan un riesgo significativo para la salud física y mental. La educación, el apoyo parental y la promoción de habilidades de afrontamiento son elementos clave en la prevención de estas problemáticas.
En términos generales, la prevención efectiva en la adolescencia requiere un enfoque integral. La promoción de la salud mental, la conciencia sobre la imagen corporal, la educación sobre sustancias y la enseñanza de habilidades de afrontamiento son pilares fundamentales. La colaboración entre padres, educadores, profesionales de la salud y la comunidad en general es esencial para brindar un entorno de apoyo y recursos necesarios. Con intervenciones adecuadas y un enfoque holístico, es posible mitigar los riesgos y promover la salud y el bienestar de los adolescentes durante esta fase crucial de desarrollo.