Cambios del cuerpo en la adolescencia
"Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Sequoia, México - Actualizado el 24 de noviembre del 2023. (Tiempo de lectura: 15 minutos)."
La adolescencia es un periodo de importantes cambios del cuerpo, emocionales, psicológicos y sociales que influyen en el desarrollo y bienestar de los jóvenes. Durante estos años, el cuerpo atraviesa una serie de transformaciones, derivadas de procesos hormonales que, a su vez, moldean la transición hacía la vida adulta. Estos cambios comienzan en la pubertad, una etapa de la adolescencia marcada, justamente, por el desarrollo de dichos cambios.
Pubertad
La pubertad es un período de cambios físicos, hormonales y emocionales significativos que preparan el cuerpo para la capacidad de reproducirse. Los cambios típicos de la pubertad incluyen el crecimiento de los órganos sexuales, el desarrollo de las características sexuales secundarias, como el vello facial y el desarrollo mamario, el aumento en la estatura y el cambio en la voz.
La pubertad generalmente comienza en la adolescencia temprana, aunque el momento exacto varía de una persona a otra. En las niñas, suele comenzar entre los 8 y 13 años, mientras que, en los niños, comienza un poco más tarde, generalmente entre los 9 y 14 años. Estas edades son aproximadas, ya que la pubertad puede comenzar antes o después dependiendo de factores genéticos, ambientales y de salud.
La pubertad está regulada por una serie de hormonas, incluyendo la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), la hormona folículo estimulante (FSH), la hormona luteinizante (LH) y las hormonas sexuales como el estrógeno en las niñas y la testosterona en los niños. Estas hormonas desencadenan los cambios físicos y emocionales que son característicos de esta etapa de desarrollo. Es importante destacar que la pubertad es una experiencia única para cada individuo, y la velocidad y la magnitud de estos cambios pueden variar considerablemente entre una persona y otra.
Cambios en la piel y el acné
Durante los años de adolescencia, las glándulas sebáceas aumentan la producción de sebo, una sustancia aceitosa que ayuda a mantener hidratada la piel. Sin embargo, este aumento de la oleosidad puede hacer que la piel se sienta más grasosa.
Acompañado a esto, es común la aparición de granos y espinillas en el rostro, el cuello, el pecho y la espalda. Algunas pieles pueden desarrollar acné durante esta etapa. El acné es una afección de la piel caracterizada por la presencia de granos, espinillas, puntos negros y quistes, que obstruyen los poros e inflaman los folículos pilosos.
Las hormonas, como la testosterona, el estrógeno y la progesterona, son uno de los principales factores para la aparición del acné, ya que estimulan las glándulas productoras de sebo. No obstante, otros elementos como la dieta, el estrés, la genética y la higiene influyen en la gravedad de la afectación. Aunque existen muchos tratamientos accesibles, basados en una buena higiene, una dieta equilibrada y medicamentos tópicos u orales, algunos casos pueden llegar a desarrollar lesiones graves. Es importante visitar a un dermatólogo especialista antes de comenzar cualquier tratamiento.
Crecimiento del vello
El crecimiento de vello es uno de los cambios físicos más notables que ocurren durante la adolescencia. Estimulados por la producción de hormonas sexuales, el cuerpo poco a poco comienza a llenarse de vello en distintas áreas y, aunque ocurre en todos los géneros, suele ser más pronunciado en el caso de los varones.
- Vello púbico: uno de los primeros signos de la pubertad es el crecimiento del vello púbico, es decir, aparece en el área genital.
- Vello axilar: poco después, en las axilas comienza a crecer un vello más grueso y oscuro.
- Vello facial: sobre todo en los hombres, el vello facial comienza a nacer desde las sienes, la barba y el bigote. También las cejas y las mejillas pueden llenarse de vellos más delgados. En general, este cambio se da hacia el final de la adolescencia.
- Vello corporal: el vello también crece en otras áreas como las piernas, los brazos, el pecho y la espalda; la cantidad y el patrón de crecimiento varia de un individuo a otro y, generalmente, suele ser más grueso y abundante en los hombres que en las mujeres.
Otro detalle interesante son los cambios en el cabello y las uñas. Aunque no llaman tanto la atención, lo cierto es que durante la adolescencia el cabello puede experimentar cambios en su textura, la cantidad de grasa capilar y abundancia. Otro tanto pasa en las uñas: algunos adolescentes pueden notar cambios en la velocidad de crecimiento, en la forma y textura de sus uñas. Así mismo, esta etapa es fundamental para adquirir hábitos de higiene personal básicos que les evitan tener problemas de salud en el futuro.
Cambios en la voz
El cambio de voz es un proceso normal y distintivo de la pubertad, que ocurre principalmente en los chicos debido a los cambios hormonales. Durante la adolescencia, la laringe (conocida como caja de voz) y las cuerdas vocales experimentan cambios significativos, lo que resulta en una voz más profunda y grave.
El principal motivo del cambio de voz está relacionado con el aumento en la producción de testosterona, ya que el aumento de esta hormona provoca el alargamiento de las cuerdas vocales y el ensanchamiento de la laringe. Al volverse las cuerdas vocales más grandes y pesadas, cambia la manera en que vibran y producen sonidos.
El cambio de voz suele ocurrir alre dedor de los 13 a los 15 años en la mayoría de los chicos, aunque el momento exacto puede variar considerablemente de una persona a otra. Por otro lado, este cambio puede durar desde un par de meses hasta dos años en alcanzar su estabilidad final.
Durante el proceso de cambio, las fluctuaciones vocales son normales. En ocasiones la voz puede sonar más aguda o más graves en diferentes momentos, a medida que las cuerdas vocales se adoptan a su nueva longitud y masa y la voz finalmente se estabiliza en un tono más profundo.
El cambio de voz en un signo de madurez sexual, física y social en los chicos adolescentes. Es importante enseñarlos a cuidar su voz, manteniéndose hidratados y alejados del tabaco y otros irritantes que puedan dañarlos. De la misma manera, enseñarlos a respetar los cambios de sus compañeros y a ser tolerantes y pacientes con sus propios cambios.
Desarrollo de senos y genitales
El desarrollo de los senos y los genitales es un aspecto importante de la pubertad tanto en niñas como en niños. Estos cambios son impulsados por las hormonas sexuales y marcan la transición hacia la madurez sexual.
En cuanto al desarrollo de los senos en las niñas, podemos distinguir diferentes etapas:
- Brotación mamaria: generalmente ocurre entre los 8 y los 13 años, coincidiendo con el inicio de la pubertad. Las glándulas mamarías aumentan de tamaño y se forman protuberancias debajo de los pezones.
- Crecimiento del tejido mamario: posteriormente, es el tejido mamario en que aumenta en tamaño y forma. Los pezones y las areolas, por su parte, pueden volverse más oscuras y prominentes.
- Desarrollo de las glándulas mamarias: Conforme se avanza en la adolescencia, las glándulas mamarias continúan creciendo y comienzan a producir pequeñas cantidades de leche. La capacidad de amamantar, no obstante, se desarrolla más adelante en la vida, en el caso de que una mujer decida tener hijos en el futuro.
El desarrollo de los genitales masculinos y femeninos es un evento importante de la pubertad, ya que conducen hacía la maduración sexual en el aspecto físico. Respecto a las niñas, además del crecimiento de los senos, encontramos el nacimiento de vello púbico, el crecimiento de los labios mayores y menos, la maduración del clítoris, la menstruación y cambios en el himen.
Los hombres, a su vez, experimentan el crecimiento de los testículos, por lo general entre los 9 y los 14 años. Conforme la adolescencia avanza, los testículos se vuelven más grandes y pesados. Otro tanto ocurre con el pene, cuyo crecimiento es gradual pudiendo alcanzar su límite hasta la adolescencia tardía. De la misma manera, se produce un cambio en la pigmentación de los genitales, volviéndose más oscuros. Estos cambios son totalmente normales y varían de un sujeto a otro.
Cambios internos del cuerpo
Más allá de los notorios cambios físicos, la pubertad es un periodo de profundos cambios internos, esenciales para el desarrollo biológico y el funcionamiento adecuado del organismo. Entre los cambios más importantes, podemos nombrar los siguientes:
- Desarrollo del sistema endocrino: durante los años de adolescencia, el sistema endocrino experimenta un aumento significativo en la producción de hormonas sexuales, como lo son el estrógeno en las niñas y la testosterona en los niños. Estas hormonas desencadenen muchos de los cambios físicos y emocionales característicos de la pubertad.
- Cambios en el cerebro: El cerebro experimenta cambios significativos durante la adolescencia, incluyendo el crecimiento y la reorganización de las áreas responsables del pensamiento, la toma de decisiones y el control de las emociones. Estos cambios cerebrales influyen en la cognición, la autorregulación y el comportamiento en la adolescencia.
- Desarrollo de los órganos reproductores internos: en las niñas, ocurren cambios en el tamaño del útero y las trompas de Falopio, mientras que en los niños se desarrollan las vesículas seminales y la próstata.
- Cambios en el sistema cardiovascular: El sistema cardiovascular experimenta cambios internos, como el aumento de la capacidad del corazón y la circulación sanguínea. Con estos cambios se obtiene el suministro de sangre adicional que es requerido por el crecimiento y el desarrollo del cuerpo.
- Desarrollo de las glándulas mamarias: En las niñas, además del desarrollo de los senos, también ocurre el desarrollo de las glándulas mamarias internas en preparación para la futura lactancia materna.
- Cambios en el sistema inmunológico: Durante la adolescencia, el sistema inmunológico se fortalece y se vuelve más eficiente en la protección contra infecciones y enfermedades.
- Cambios metabólicos: El metabolismo se ajusta, lo que puede influir en los patrones de alimentación, el crecimiento y el almacenamiento de energía.
Conclusiones
La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por una serie de cambios físicos notables que marcan la transición de la niñez a la adultez. Estos cambios, impulsados por las hormonas y la madurez sexual, incluyen el crecimiento en estatura, el desarrollo de los senos en las niñas, el crecimiento de los genitales en los chicos, el vello corporal, el cambio en la voz y el desarrollo de la piel y el acné.
Cada adolescente atraviesa estos cambios a su propio ritmo, lo que genera una amplia variabilidad en la apariencia y el desarrollo. Es fundamental que se brinde apoyo y orientación a los adolescentes mientras experimentan estos cambios, ya que pueden ser motivo de autoconciencia, preguntas y, en algunos casos, ansiedad. Fomentar la autoaceptación y una actitud positiva hacia el propio cuerpo es esencial en este período de transición.
Los cambios físicos en la adolescencia son un recordatorio de la asombrosa capacidad del cuerpo para adaptarse y transformarse. Además, estos cambios son una parte integral del proceso de madurez sexual y la preparación para la adultez. A medida que los adolescentes transitan por esta etapa de la vida, es importante que se sientan respaldados en su viaje hacia la autoconciencia y el bienestar físico y emocional.